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¡Aquí hay un buen consejo para hacer una infusión casera de jengibre!

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Empieza por preparar un simple sirope de jengibre mezclando un par de cucharadas (30 gramos) de jengibre en polvo, una taza y media (340 gramos) de azúcar orgánica cruda o granulada y media taza (120 mililitros) de agua en una olla. Cuando el azúcar se disuelva y la mezcla espese, apague el fuego y déjela reposar durante una o dos horas. Cuela el jengibre de este líquido y ya tienes sirope de jengibre.

Hay dos formas de preparar la infusión de jengibre: la instantánea o la fermentada. Para una bebida instantánea de jengibre, basta con combinar de tres a cinco cucharadas (de 45 a 75 mililitros) de sirope de jengibre con agua con gas y servir. Aunque la fermentación lleva más tiempo, crea un sabor más complejo. Para este método, introduce con un embudo 1/8 de cucharadita (0,70 gramos) de levadura activa en una botella. Vierte el sirope de jengibre, un cuarto de taza (60 mililitros) de zumo de cítricos frescos y aproximadamente ocho tazas (2 litros) de agua, asegurándote de dejar algo de espacio para que se acumule gas durante la fermentación. Cierra el frasco con una tapa y agítalo para que se disuelva la levadura, luego guárdalo en un lugar oscuro. En unos días, la mezcla producirá su propia efervescencia y estará lista para beber y disfrutar.

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